LA INNOVACIÓN EDUCATIVA, ACTITUD Y COHERENCIA
La innovación educativa es cuestión de actitud. El planteamiento de
base para trabajar esa actitud podría tener forma triangular, siendo cada uno
de sus vértices:
- Crear conciencia sobre el valor de las ideas potencialmente innovadoras y consciencia sobre la dificultad de las personas a la hora de traspasar la barrera de lo habitual.
- Disponer de un método que facilite afrontar los retos de manera creativa buscando ideas innovadoras.
- Trabajar las emociones desde la parte racional, creando espacios y momentos que permitan generar estados de ánimo propicios para crear.
La innovación educativa es cuestión de coherencia. Si creemos que
la innovación es importante no sólo tenemos que ser predicadores en las aulas,
tenemos que dar ejemplo. Los centros de FP trabajamos retos desde múltiples
direcciones: desde la gestión, desde proyectos con empresas, desde la relación,
desde el planteamiento al alumnado en el aula, …., la forma en la que los
planteemos van a permitirnos crear un efecto sinérgico en nuestras
organizaciones, dado que normalmente las personas pueden estar en más de un
equipo simultáneamente.
¿Te atreves? ¿Se te ocurre alguna
idea para llevar a la acción?
SI GENERAMOS UN AMBIENTE INNOVADOR, LAS PERSONAS DENTRO DE ESE AMBIENTE DESARROLLARÁN SUS TALENTOS CREATIVOS E INNOVADORES
Hablar sobre innovación educativa
es un ejercicio fácil y difícil a la vez. Si introducimos las palabras
“innovación educativa” en Google encontraremos cientos de miles de referencias,
desde las cuales trascribir qué es y en qué consiste la innovación educativa es relativamente sencillo, la cosa cambia cuando
buscamos la respuesta a la pregunta “para qué la innovación educativa en mi
centro de FP” y rizando el rizo, el más difícil todavía, traspasar la barrera de
lo dogmático hasta llegar donde las ideas que surgen de esas respuestas se
convierten en acciones reales.
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En un momento de mi vida
profesional, tuve que redactar un proceso de innovación. La estructura está
hecha siguiendo un proceso con 2 líneas paralelas que convergen en un punto
clave, la generación de ideas. El planteamiento de base es la generación de
ideas que den respuesta a retos concretos, cuántas más ideas y más documentadas
estén, mayor es la garantía de que seamos capaces de generar innovación.
Una organización que busca
generar ideas innovadoras, debe trabajar en las dos direcciones:
- Por un lado, una identificación de aquellas áreas susceptibles de vigilancia y una planificación de la misma, atendiendo al trabajo que estén desarrollando aquellas entidades consideradas como referentes, así como las tendencias que se van publicando.
- Por otro, disponer de momentos donde podamos plantear los retos en un entorno que favorezca las respuestas creativas, utilizando diferentes recursos y herramientas que permitan generar una verdadera cultura de la creatividad.
Generar una verdadera cultura de
la creatividad, pasa por cultivar la competencia “pensamiento creativo e
innovador”. La estrategia de trabajo para conseguir alcanzar esta competencia, puede
ser soportada por la utilización de herramientas de resolución de problemas aplicadas
a retos. Si lo que buscamos es trabajar
esta competencia con el alumnado, una fórmula aconsejable es reconvertir la programación
de aula en una estructura basada en
retos, donde los resultados de aprendizaje estén incluidos dentro del conocimiento
necesario para abordar el reto.
El resumen de la secuencia de
acciones que el alumnado debería hacer ante un reto (donde se incluyen los
resultados de aprendizaje del DCB) es el siguiente:
- Identificar cuál es exactamente el reto.
- Analizar qué información es vinculante al reto que se nos plantea.
- Obtener y trabajar la información, la vigilancia estaría integrada en este punto y en el anterior.
- Generar alternativas que podrían dar respuesta al reto, acción muy ligada con cualquier proceso creativo.
- Elegir la alternativa más adecuada y viable.
- Desarrollar la alternativa elegida.
Lo
cierto es que hay un reto tras el reto, la dificultad que existe en aplazar la
primera solución que nos viene a la cabeza. La razón es fácil de entender,
nuestra mente tiene un almacén de respuestas automáticas preparada para
cualquier consulta que le hagamos. Lo normal es que ante cualquier pregunta que
nos hagamos, nuestra mente responda con la primera respuesta preparada, por
ejemplo, si pedimos a alguien que haga un avión de papel, hay muchas
posibilidades de que el primer avión que construya sea algo similar al de la
figura, si preguntamos a alguien “artilugio que sirva para sentarse”, su
primera respuesta será “silla”.
Ser consciente de que las
primeras reacciones ante un reto son las menos creativas y que es necesario
avanzar superando los modelos preestablecidos, es un ejercicio de
autoconciencia que requiere un alto grado de convencimiento sobre las bondades
que de ello van a derivarse. Además, se suma un elemento emocional, las
respuestas preestablecidas dan un marco de seguridad, de saber lo que va a
salir, las respuestas diferentes se encuentran en el plano de la inseguridad
sobre lo que va a salir, si va a ser útil o va a no servir, surge la emoción
del miedo que como efecto inmediato provoca el quedarse bloqueado o el salir
corriendo.
En este contexto, queda clara la
justificación de para qué NO innovar, es decir, para evitar esa incomodidad que
me supondría adentrarnos en terrenos que no conocemos o lo que es lo mismo:
“más vale malo conocido que bueno por conocer”, pero falta respondernos a la
pregunta para qué SI. Aunque la respuesta que realmente funcione es la que cada
uno se dé a sí mismo, la innovación nos va a permitir conectar con nuestros
desafíos y nuestros retos en el futuro, evitando en la medida de lo posible los
lastres del pasado. Como decía Henry Ford, si él hubiera preguntado en su
entorno por el reto de la movilidad le habrían pedido caballos más rápidos, su
innovación consistió en romper con el pasado y no conformarse con la primera
respuesta ligada a movilidad.
La reacción de nuestro alumnado cuando
les planteamos un reto no es otra cosa que la imitación de la forma de actuar
del sistema educativo en el que están inmersos. La vida de los centros
educativos está llena de retos que en muchos de los casos convertimos en
problemas que hay que solucionar rápidamente, perdiendo la oportunidad de
generación de ideas potencialmente innovadoras. Existe un ejemplo similar al de
Henry Ford, llevamos años ante el reto de la “innovación del proceso de
formación” pero la mayoría de nuestras propuestas mantienen los horarios,
asignaturas, hora inicio – hora fin, … ¿por qué? Porque nuestra mente nos
traiciona con las respuestas que ya tiene preparadas y que hacen que nos situemos
en un entorno de seguridad y de “no miedo” a lo desconocido.
HACIENDO EQUIPOS A TRAVÉS DE LA IDENTIFICACIÓN Y EL EQUILIBRIO DE LOS ESTILOS PERSONALES
Hacer equipos siempre ha sido una actividad bastante compleja, los que nos dedicamos a la docencia, acabamos teniendo ojo clínico para determinar que combinaciones podrían llegar a funcional, pero siempre hemos sentido que algo faltaba.
Os propongo una herramienta muy sencilla de identificación de estilos personales. Yo la he usado durante los últimos 10 años y siempre con muy buenos resultados:
El proceso es sencillo, cada persona selecciona con un círculo aquella característica que considere se asocia a su personalidad (las que dude o cree que no las deja en blanco). Una vez terminada la selección, sumamos en vertical el número de opciones seleccionadas (como podéis ver se pueden distinguir 4 columnas).
Cada columna corresponde a un estilo personal,. La configuración de equipos consiste en formar grupos de 4 personas donde estén representados todos los estilos personales.
Ya me contaréis que tal os ha ido, de todas formas esto sólo sirve para hacer equipos más o menos equilibrados, a partir de ahí es necesario que cada equipo establezca sus reglas de juego y empiecen a vivir como equipo...., pero eso es otra historia para otra entrada.
CÓMO TRABAJAR EN EL SEGUNDO DONDE LAS TAREAS Y PROYECTOS SE CONVIERTEN EN RETOS
Durante los últimos años he estado trabajando sobre la base de diferentes metodologías basadas en dotar al alumnado de un roll mucho más activo en el aula. Esa activación da protagonismo al aprendizaje frente a la enseñanza mediante preguntas abiertas, o tareas, o proyectos, o problemas, o casos, o juegos simulados, o .... pero realmente .....
¿QUÉ HACE QUE LAS PERSONAS SALTEMOS?
Cualquier planteamiento que se nos presenta o que nosotros presentamos a otro, puede encajar dentro de cualquiera de las descripciones arriba indicadas. El término con el que más familiarizados estamos en educación es el término "tarea", por lo tanto cuando yo le planteo una tarea a alguien
Tenemos un gran riesgo de que cualquier cosa que planteemos se convierta en un marrón para la persona que lo recibe ... y todos sabemos como actuamos con los marrones. Imaginaros que os propongo participar en la Behobia-San Sebastian del año próximo, en el segundo posterior a recibir la propuesta empezamos a convertirla en RETO o MARRÓN y todos nosotros actuaremos siguiendo un patrón:
- Recibimos la propuesta y la incluimos en nuestra base de datos personal.
- Seleccionamos de nuestra base de datos personal aquella experiencia que creemos se parece a la que nos acaban de hacer, nuestro cerebro es ágil y suele tener preparadas experiencias de contraste, a veces se parecen más y a veces se parecen menos, pero siempre nos saca alguna experiencia.
- Analizamos como nos lo pasamos con esa experiencia que me ha sacado mi cerebro (me divertí, me aburrí, me cansé, me agobié, .....).
- Basándonos en ese análisis clasificamos lo que me plantean como marrón o reto.
Cualquier planteamiento que se nos presenta o que nosotros presentamos a
otro, puede encajar dentro de cualquiera de las descripciones arriba indicadas.
El mundo educativo también funciona así, cada vez que planteamos algo en el
aula, ese algo es sometido a el patrón.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Sólo una propuesta, trabajar en el segundo posterior al planteamiento de la
tarea, reto, problema, proyecto,...... Ayudar a que cada persona busque algo
positivo que le permita conectarse emocionalmente con lo planteado. Cada
persona tiene que buscar en su catálogo de "motivantes" pero nosotros
podemos tener un catálogo prediseñado:
- para algunos puede ser el
elemento competitivo, la obtención de buenos resultados,
- para otros la posibilidad de
trabajar de manera colaborativa o cooperativa,
- para otros la propia
satisfacción personal por lo bien hecho,
- para otros hacer algo diferente
que nunca lo han hecho,
- para otros divertirse,
- ...
EL ALMA DE LA CEBOLLA - VTeCOACH
La
competitividad y la competencia son términos que están muy unidos, todo
el mundo es consciente de que cuanto más competentes más competitivos
seremos, ahora bien, cuando nos referimos a competencias ¿de qué estamos
hablando?. Me imagino que cada uno tendrá su interpretación pero vais a
permitirme que yo de la mía propia.
El
mundo de las competencias es como una cebolla. En la capa exterior se
encuentran las competencias específicas o técnicas requeridas y exigidas
a los ciclos formativos, aquel conjunto de conceptos y procedimientos
que convierten a una persona en un titulado de FP. Cuando analizamos las
personas únicamente desde la perspectiva de competencias específicas,
nos damos cuenta de que falta algo más, necesitamos algo que mueva esas
competencias específicas y nos convierta en competentes competitivos. No
hay que buscar mucho, ahí están las soft skills o las competencias
transversales como les llamamos aquí, me estoy refiriendo a:
“pensamiento creativo e innovador” “trabajo en equipo” “aprender a
aprender”, aquí está la segunda capa de la cebolla.
Parece
fácil, pero durante los últimos años cuando he intentado trabajar con
estas dos capas de cebolla, siempre faltaba algo. Yo se que la segunda
capa, la de las competencias transversales, mueve a la primera capa….,
pero ¿qué mueve a la segunda capa?, ¿qué hay debajo de las competencias
transversales?.
Durante
mucho tiempo esta pregunta me ha estado dando vueltas en la cabeza y
creo que al fin puedo ponerle un nombre: THE SOUL, hemos llegado al alma
de la cebolla.
¿Qué hay en el alma de la cebolla? Emociones, estados de ánimo, conversaciones púbicas y sobre todo privadas con uno mismo, juicios y percepciones, mucha escucha, …. y todo aquello que trabajándolo nos va a permitir ser siendo mejores.
¿Qué hay en el alma de la cebolla? Emociones, estados de ánimo, conversaciones púbicas y sobre todo privadas con uno mismo, juicios y percepciones, mucha escucha, …. y todo aquello que trabajándolo nos va a permitir ser siendo mejores.
Siguiendo
con las capas de la cebolla, podemos describir lo que Karen F. Stone y
Harold Q. Dillehunt definían en la ciencia de uno mismo (Self Science:
The subject is Me) o incluso podríamos recurrir a cualquier programa de
Punset donde se habla del "Social & Emotional Learning".
Encontramos componentes tales como:
- Conciencia de uno mismo: observarse a sí mismo y reconocer nuestros propios sentimientos y emociones, elaborar un vocabulario emocional, conocer la relación entre lo que pienso, lo que siento y cómo reacciono.
- Toma de decisiones personales: examinar las propias acciones y conocer sus consecuencias, saber si una determinada decisión está gobernada por lo que piensan o por lo que sienten.
- Dominar emociones y sentimientos: "charlar con uno mismo" para comprender los mensajes negativos, como las valoraciones negativas de uno mismo, comprender lo que se halla detrás de un determinado sentimiento, buscar formas de manejar el miedo, la ansiedad, la ira, la tristeza, ...
- Manejar el estrés: aprender el valor de ejercicios de relajación o centramiento.
- Empatía: comprender los sentimientos y las preocupaciones de: g los demás y asumir su perspectiva, darse cuenta de las diferentes formas en que la gente siente las cosas.
- Comunicación: desarrollar la capacidad de hablar de los emociones, aprender a escuchar y a hacer preguntas, distinguir entre lo que alguien hace o dice y sus propias reacciones o juicios al respecto, enviar mensajes desde el yo en lugar de hacerlos desde la censura.
- Apertura: valorar la apertura y la confianza en las relaciones, reconocer cuando puede uno arriesgarse a hablar de los sentimientos más profundos.
- Intuición: Identificar pautas en la vida y las reacciones emocionales, reconocer pautas similares en los demás.
- Autoaceptación: sentirse bien consigo mismo y considerarse desde una perspectiva positiva, reconocer sus propias fortalezas y debilidades, ser capaz de reírse de si mismo.
- Responsabilidad personal: asumir la responsabilidad, reconocer las consecuencias de sus decisiones y de sus acciones, aceptar sus sentimientos y sus estados de ánimo, perseverar en los compromisos adquiridos.
- Asertividad: afirmar sus intereses y sentimientos sin ira ni pasividad.
- Dinámica de grupo: cooperación, saber cuándo y cómo mandar y cuándo obedecer.
- Solución de conflictos: aprender a jugar limpio con los compañeros, padres, ..., aprender el modelo ganar/ganar de negociar compromisos y solucionar conflictos.
Trabajando desde la esencia, trabajando desde el alma de la cebolla, es como realmente seremos capaces de conseguir personas más competentes personal, social y profesionalmente. Si utilizamos la evaluación como herramienta para evolución en estos comportamientos, podríamos tener un buen punto de inicio.
ROMPIENDO EL HIELO
Es difícil arrancar, el primer paso es el que más cuesta.
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Es el momento de nuevos proyectos,
es el momento de aprender para evolucionar, de evolucionar para mejorar. Cuando
alguien evoluciona, también evoluciona todo a su alrededor... Cuando tratamos
de ser mejores de lo que somos, todo a nuestro alrededor también se vuelve
mejor.
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