La innovación educativa es cuestión de actitud. El planteamiento de
base para trabajar esa actitud podría tener forma triangular, siendo cada uno
de sus vértices:
- Crear conciencia sobre el valor de las ideas potencialmente innovadoras y consciencia sobre la dificultad de las personas a la hora de traspasar la barrera de lo habitual.
- Disponer de un método que facilite afrontar los retos de manera creativa buscando ideas innovadoras.
- Trabajar las emociones desde la parte racional, creando espacios y momentos que permitan generar estados de ánimo propicios para crear.
La innovación educativa es cuestión de coherencia. Si creemos que
la innovación es importante no sólo tenemos que ser predicadores en las aulas,
tenemos que dar ejemplo. Los centros de FP trabajamos retos desde múltiples
direcciones: desde la gestión, desde proyectos con empresas, desde la relación,
desde el planteamiento al alumnado en el aula, …., la forma en la que los
planteemos van a permitirnos crear un efecto sinérgico en nuestras
organizaciones, dado que normalmente las personas pueden estar en más de un
equipo simultáneamente.
¿Te atreves? ¿Se te ocurre alguna
idea para llevar a la acción?
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